El libro de Oro

CAPITULO XXX
(PLÁTICA DE SAINT GERMAIN EN EL DÍA DE NAVIDAD)
CON GRAN alegría observamos el tremendo logro, individual, nacional y cósmico, cuando tenemos el uso de esa Magna Energía y podemos cooperar con aquellas Grandes y Poderosas Corrientes de Energía Cósmica, dirigidas por esa Grande y Sabia Inteligencia. Sabemos que cada paso que damos hacia adelante nos trae más y más cerca de Esa Poderosa Gloria y Libertad, que muchos están aprendiendo a sentir y a realizar.
Bien diferentes son todas las actividades cuando se trabaja en conjunto con Esa Gran Sabiduría Cósmica que ya no está limitada a restringir Su Poderosa Energía debido al libre albedrío del individuo; en este tiempo las actividades Cósmicas de las naciones son de primera consideración; después viene el individuo.
Antiguamente, ciertas Actividades Cósmicas tuvieron que esperar por causa del individuo. Ahora la Gran Rueda Cósmica ha rodado, trayendo conjuntamente todas las actividades nacionales, emocionales y mentales para la Gran Preparación donde cada diente de la rueda tiene que encajar en la Realidad Cósmica.
Como el libre albedrío del individuo todavía limita lo externo, habrá muchos individuos y condiciones que serán como pasados a través de grandes rodillos, para que todas las cualidades indeseables sean presionadas hacia fuera y consumidas por el poder de la Llama Dirigida Conscientemente.
La Poderosa Radiación conscientemente dirigida desde el Gran Sol Central por la Gran Hueste de los Maestros Ascendidos, no solamente está teniendo un efecto tremendo en las mentes y sentimientos de la humanidad en la superficie de la Tierra, sino también muy profundamente dentro de la corteza terrestre. Por lo tanto, ha sido posible impedir grandes desastres.