El libro de Oro

 

Cruz de Malta

 

Del corazón del Gran Silencio brota la corriente de vida incesante de la cual cada uno es una parte individualizada:
Esa vida eres tú; eterna, perfecta, autosostenida; y los trajes con que se vista importan poco hasta el día en que llegue al punto del reconocimiento; en este momento el individuo se ha preparado para llevar el «manto sin costuras» autosostenido y radiante, con todos los colores del espectro.
Entonces puede uno regocijarse con ese manto que es eterno, siempre radiante, inmutable, que lo separa de la rueda de causa y efecto, haciendo de él un ser únicamente de causa. Esa causa es la radiación del Amor Divino siempre emanando y evolucionando de su consciente, equilibrado, estabilizado, radiante centro divino, o sea, el corazón de la Presencia «YO SOY», que es juventud y belleza eterna, la toda sapiente Presencia que contiene en su autoconsciente: acción, el pasado, el presente, el futuro, que después de todo no son sino el eterno ahora. Así, tal es la eterna eliminación de todo tiempo y espacio. Entonces encontrarás tu mundo poblado de seres perfectos; tus edificios decorados con joyas selectas; tú de pie en el centro de tu creación («la joya en el corazón del loto») siendo sus pétalos las grandes avenidas de su actividad perfecta.
Tal es el humilde cuadro de aquello que tienes por delante, llamándote a que entres en tu perfecto y eterno hogar y radiación. Ves tú, yo siento esa radiación gloriosa, y si logras centrarte en la Presencia del Amor Divino y mantenerte allí firmemente, ¡qué maravillosas experiencias te vendrán si pudieras tan sólo dejar afuera la interferencia de la actividad exterior mental!
, En cuanto uno tome la actitud de «YO SOY la Presencia del Amor Divino en todo momento», hará esas cosas , maravillosas. El uso de esta afirmación, si se siente, cierra la puerta en todos los momentos a las actitudes exteriores de la mente. La solución de cada problema está " siempre a la mano porque la Presencia «YO SOY» siempre contiene todas las cosas dentro de ella.
Una demanda es impulsar a la petición a que se manifieste. «YO SOY» es el principio activo inteligente dentro de nosotros, el corazón de nuestros seres, el corazón del planeta y el corazón del sistema. No puedo reprimirme de recordarte de nuevo, porque ellos deben siempre saberlo, que cada vez que dices «YO SOY», estás liberando una materia prima autosostenida, todopoderosa, única e inteligente energía. Persiste y entrarás en una condición suprema y maravillosa.
Cuando tú miras al Sol Físico, en realidad estás mirando al gran Sol Central, al propio corazón de la Presencia «YO SOY». Debes tomar la determinación incondicional de que «la Presencia YO SOY gobierna completamente este cuerpo físico y lo obliga a la obediencia». Cuanta más atención le des a tu cuerpo físico, más se hace dueño y más te pedirá y continuará ordenándote.
Cuando el cuerpo físico está crónicamente enfermo o continuamente manifestando disturbios comprueba que se le ha dado atención especial por un largo período de años a una u otra perturbación y nunca mejorará hasta que no se tome la actitud positiva y se le obligue a la obediencia. Tú puedes positivamente producir lo que quieras de tu cuerpo si fijas tu atención en la perfección de él, pero no permitas que tu atención descanse sobre sus imperfecciones.

 

Cruz de Malta

 

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