El libro de Oro

 

Cruz de Malta

 

CAPITULO III

Desde la radiación de la Gran Cintura Electrónica les proyecto esto hoy: desde el corazón de la Ciudad de Oro* se proyectan los Rayos Gemelos sobre los cuales están la palabra, la luz y el sonido.
El tiempo nos ha alcanzado rápidamente y debemos estar más despiertos respecto a los grandes cinturones electrónicos que rodean toda la creación desde la Deidad hasta el individuo.
La cintura electrónica que rodea la Ciudad de Oro es impenetrable mucho más que lo que podría ser un muro de acero de muchos pies de anchura. Así en un grado menor, el individuo que tiene suficiente comprensión del principio activo de su Ser Divino puede rodearse de un círculo o cintura electrónica, la cual el puede calificar de la manera que se le antoje, pero ¡ay de aquel individuo que la califique destructivamente ¡ . Si alguno tuviera la temeridad de hacerlo, se encontraría que este cinturón de fuerza electrónica, encerraría su forma exterior y la consumiría, pero aquellos que construyen y califican con sabiduría, con el amor grande de Dios y con poder constructivo, se encontrarán moviéndose en un mundo intocado por la ignorancia humana.
Ha llegado el período cósmico en que aquellos que han logrado cierto grado de comprensión deben crear, aplicar y usar este maravilloso círculo electrónico. Cada creación, que es acción auto consciente, tiene un circulo de fuerza electrónica rodeándolo con toda naturalidad. Pero hasta cierto grado su fuerza está descontrolada y por consiguiente, disipada.
Al crear conscientemente este gran anillo de fuerza electrónica pura, detienes toda filtración de tu esencia ilimitada y la mantienes en reserva para uso directo y consciente. Después de unos meses de esta actividad creadora y consciente dentro de este anillo electrónico.

Hay que tener mucho cuidado de dirigir esta fuerza. Que no sea en ninguna otra forma que la del Amor Divino.
En los principios de la individualización del hombre, él estaba naturalmente rodeado de este círculo mágico: Pero a medida que su conciencia iba descendiendo se hacían rasgaduras en el gran círculo de fuerza, causando filtraciones, hasta que desapareció. El círculo no fue una creación consciente del hombre: era un círculo natural envolvente, por su estado puro de conciencia.
Ahora los estudiantes de la Luz tienen que ponerse a la obra conscientemente, y son titubeos crear este Círculo electrónico en contorno a sí mismo, visualizándolo perfecto, sin quebraduras en su construcción. Así será posible consciente alcanzar más adentro en la Cintura Electrónica de la Divinidad, y allí recibir Sabiduría, Amor y Luz sin limites, como también aprender la aplicación de leyes sencillas por medio de las cuales, todo poder creador es posible. A pesar de que al estudiante le es recomendado mirar siempre, sin jamás olvidarlo, hacia su propio Ser Superior, creador de su individualización, sin embargo no se ha obtenido un solo logro en el cual no se haya dado la asistencia de aquellos más adelantados.

 

Cruz de Malta

 

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